jueves, 23 de julio de 2009

EL BENTEVEO Y LOS GORRIONES

Bien sabido lo hermoso que es el benteveo. Pero la lindura del plumaje se contrarresta con la torpeza del movimiento y la monotonía de un canto simplón y orgulloso que a todos les repite: “bien te veo”. Se cree sabedor: “bien-te-veo”.

Los gorriones, sucios y bochincheros, son los únicos que le hacen coro cuando llega el benteveo a la comarca.

El cardenal, el jilguero, el zorzal, y otros pájaros sinfónicos, huyen al monte.
Por un momento se apoderan la charlatanería y la maldad de la comarca. Y nadie se ha dado cuenta. Salvo el Universo, el Alfa y el Omega.

2 comentarios:

Sergio dijo...

El canto oculto en el monte también puede resultar egoísmo, cuando pretende para sí la gloria. Ahora, si la cuestión es armonizar, hacer la parte,la gota que construye océano... entonces no es canto de calandria, jilguero o zorzal, sino sinfonía de vida. Muchos "pajaros" han sido llamados a la orquesta, pero demasiados se extravían en la vacuidad de la egolatría. No es el canto para sí mismo, sino por, para y con los demás.

Máximo Chaparro dijo...

Querido Sergio: creo que los docentes tenemos los hábitos -buenos y perjudiciales- propios de la profesión. Y uno de esos hábitos es leer rápido, con respuestas previas...¡se nos escapa a menudo lo simple!
TENÉS TODA LA RAZON EN LO QUE VOS DECIS. "EL CANTO OCULTO EN EL MONTE...". En la fábula no hay canto oculto en el monte ... no hay canto en el monte, eso es lo terrible. Pobres cardenales, zorzales etc. ¡Lo que les espera!
Un abrazo.
Máximo