domingo, 2 de noviembre de 2008

SILENCIOS Y TORMENTAS

MI QUERIDO AMIGO SERGIO. ¡Hay tantos clases de silencios! Los que nada dicen, por que no hay nada para decir. Son silencios vacíos. Los hay secos, como una higuera sin vida. Los hay plenos, porque toda palabra es insuficiente. Los hay, sí, muchos silencios que emergen del respeto, el miedo, el temor, la baja autoestima. Los hay porque el fin está próximo. En el suicido no se habla. A veces un acto, quizás insignificante en sí mismo, produce tal tormenta en el entorno que todo se cae, todo se destruye, todo es espanto, y entonces callamos. Ten paciencia, querido amigo. Un abrazo. Máximo